Salud auditiva: pérdida auditiva conductiva
Entre los cuatro tipos de pérdida auditiva, la pérdida auditiva conductiva es la que se trata con mayor facilidad. Sin embargo, sigue siendo importante comprender cómo y por qué se produce.
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Al explorar el tema de la sordera, es posible que encuentres información sobre diferentes formas de pérdida auditiva. Todas estas afecciones quitan o disminuyen la audición de una persona, pero afectan a las personas de diferentes maneras y requieren diferentes tratamientos. Por eso, es importante hacer distinciones entre ellas.
La pérdida auditiva conductiva, aunque es más rara que la pérdida auditiva neurosensorial, puede afectar a cualquier persona. Si bien muchos casos son temporales o completamente curables, algunos resultan en daños duraderos y pérdida auditiva permanente.
Antes de profundizar en los síntomas y el tratamiento de la pérdida auditiva conductiva, debemos comprender qué es y cómo puede ocurrir.
¿Qué es la pérdida auditiva conductiva?
La pérdida auditiva conductiva es una forma de pérdida auditiva que se produce cuando el sonido no puede llegar al oído interno. Esto puede presentarse en forma de bloqueo, daño al tímpano y estrechamiento del canal auditivo.
Esto suele dividirse en dos grupos: pérdida auditiva del oído interno y del oído medio. El oído externo consta de la abertura y el canal auditivo, mientras que el oído medio incluye una serie de huesos pequeños. A medida que el sonido pasa a través del oído, se mueve a través de estas áreas hasta el oído interno, donde la cóclea procesa las vibraciones y las convierte en sonido.
Cuando este proceso se ve obstaculizado o bloqueado, se denomina pérdida auditiva conductiva. La mayoría de los casos de pérdida auditiva conductiva son causados por infecciones de oído y acumulación de cerumen, pero muchos otros factores pueden provocar esta afección.
Causas de la pérdida auditiva conductiva
La pérdida auditiva conductiva puede ocurrir en dos áreas. Las afecciones comunes del oído externo incluyen:
- Acumulación e impactación de cerumen.
- Otitis externa o del nadador.
- Exostosis, que son pequeños crecimientos anormales dentro del canal auditivo.
- Cuerpos extraños en el oído.
Los problemas del oído medio también pueden provocar pérdida auditiva conductiva. Estos problemas incluyen:
- Infecciones de oído u otitis media, que provocan una acumulación de líquido en el oído medio.
- Un tímpano reventado o perforado, que puede ser causados por ruidos fuertes, lesiones, cambios rápidos de altitud e infecciones de oído.
- Un tímpano endurecido, también conocido como timpanoesclerosis.
- Problemas con la trompa de Eustaquio, o el paso del oído medio a la garganta.
- Crecimientos o tumores anormales en el oído medio.
- Rotura de los huesos del oído medio, conocida formalmente como discontinuidad de la cadena osicular.
- Otoscelerosis, un endurecimiento o congelamiento de los huesos del oído medio.
La pérdida auditiva conductiva también puede estar presente al nacer, generalmente causada por afecciones como la microtia (un oído subdesarrollado) y la estenosis (canal auditivo estrecho).
Nadar en agua fría con mucha frecuencia también puede provocar exostosis, las protuberancias duras en el canal auditivo. Esta afección también se conoce como “oído de surfista”, que no debe confundirse con el oído de nadador, que es una infección temporal.
Síntomas de pérdida auditiva conductiva
La señal definitiva de que sufres pérdida auditiva es la pérdida o disminución de la capacidad para oír. Sin embargo, la pérdida auditiva conductiva tiene algunos síntomas que son más específicos.
- Problemas para oír o comprender el habla.
- Ruidos poco claros o apagados.
- Pérdida auditiva unilateral o la capacidad de escuchar mejor por un oído que por el otro.
- Presión o dolor en uno o ambos oídos.
- Problemas para mantener el equilibrio.
- Sensación de que su voz suena extraña o más fuerte de lo habitual.
- Olores extraños o líquidos que se filtran del oído, lo cual es típico de la pérdida auditiva conductiva causada por una infección o impactación.
Pérdida auditiva conductiva frente a neurosensorial
A diferencia de la pérdida auditiva neurosensorial, que a menudo conduce a problemas para escuchar ciertos tonos, voces o consonantes, la pérdida auditiva conductiva suele provocar la atenuación del sonido en general.
La pérdida auditiva neurosensorial siempre es permanente, mientras que la pérdida auditiva conductiva generalmente se puede curar con procedimientos, cirugía y antibióticos. Si bien algunos casos de pérdida auditiva conductiva son incurables, muchos se pueden solucionar con la atención médica adecuada.
Sin embargo, estas afecciones no son mutuamente excluyentes. La pérdida auditiva neurosensorial y conductiva pueden ocurrir al mismo tiempo en una afección llamada pérdida auditiva mixta. Si experimenta síntomas atípicos de pérdida auditiva conductiva, se recomienda que se realice una prueba de audición junto con su examen físico.
La pérdida auditiva conductiva generalmente ocurre después de un traumatismo craneal, alergias o después de contraer infecciones de oído como el oído de nadador. La pérdida auditiva neurosensorial, por otro lado, tiende a ser más insidiosa. Muchas personas no se dan cuenta de que tienen pérdida auditiva neurosensorial hasta que el problema se agrava.
Por ese motivo, es importante que te revises la audición con frecuencia. Si buscas tratamiento para la pérdida auditiva conductiva, es posible que tu médico también te haga pruebas para detectar daños neurosensoriales. Esto es fundamental para reconocer la pérdida auditiva mixta.
Aunque la pérdida auditiva conductiva y la neurosensorial son diferentes, ambas pueden afectar tu audición y tu calidad de vida.
Tratamiento de la pérdida auditiva conductiva
Muchas cosas pueden causar pérdida auditiva conductiva, por lo que el tratamiento varía. El primer paso para el tratamiento es buscar ayuda y encontrar un diagnóstico. Tu médico de familia o audiólogo pueden ayudarte con esto. Una vez que se haya identificado el problema, se puede avanzar con el tratamiento.
La mayoría de los casos de pérdida auditiva conductiva son causados por la acumulación de cerumen e infecciones de oído. Si bien estos problemas parecen benignos, pueden ser peligrosos si se dejan pasar o se tratan de manera inadecuada.
Si sufre una obstrucción de cerumen, no intente quitarse la cera usted mismo. Puede perforar fácilmente el tímpano o empujar la obstrucción más hacia el interior del oído. Evite introducirse cualquier cosa en los oídos, incluidos los conductos auditivos y los instrumentos de limpieza.
Mientras tanto, quienes sufren infecciones de oído frecuentes deben buscar tratamiento. Si bien los tratamientos aislados pueden resolverse fácilmente, los problemas crónicos pueden provocar cicatrices en el conducto auditivo. Nunca deje que una infección de oído se agrave y hable con su médico. Es importante que reciba los antibióticos adecuados para curar la infección. No confíe únicamente en los remedios caseros.
Para aquellas personas con tumores, crecimientos o protuberancias en el oído, la cirugía es una opción para eliminar estos problemas. Si el problema no se puede resolver con un procedimiento, existen otras vías de tratamiento.
Estos audífonos funcionan transfiriendo vibraciones sonoras directamente a la cóclea, sin pasar por el oído externo y medio. Para quienes padecen afecciones inoperables, estos audífonos pueden eliminar la necesidad de las partes dañadas o malformadas del oído.
Independientemente de la causa de su pérdida auditiva, es importante que busque ayuda. Si está interesado en aprender más sobre sus oídos y las causas de la pérdida auditiva, Signia ofrece información a pedido en forma de blogs y artículos. Manténgase actualizado con el nuevo contenido suscribiéndose al boletín de Signia. Estar informado puede ayudarlo a identificar problemas en usted y en sus seres queridos.