La exposición al ruido puede ser peligrosa para tu audición. Los ruidos fuertes superiores a 120 decibelios (dB) pueden causar daños inmediatos en los oídos.
Estos son los sonidos que provocan dolor y lesiones en el oído:
Explosión - 140 dB
Motor de avión cercano - 130 dB
Sirena cercana - 120 dB
Los sonidos a estos niveles pueden causar pérdida de audición en un plazo de 2 a 15 minutos:
Música alta (grabada o en directo) - 110 dB
Tren, bocina de coche, gran acontecimiento deportivo - 100 dB
Los sonidos a estos niveles pueden molestarte y estresarte:
Motocicleta, cortacésped - 95 dB (puede dañar el oído después de 50 minutos)
Fábrica ruidosa, restaurante concurrido - 85 dB (puede dañar el oído al cabo de 2 horas)
Lavadora, lavavajillas - 70 dB
Los sonidos a estos niveles no suelen dañar la audición:
Conversación normal, aire acondicionado - 60 dB
Frigorífico - 40 dB
Susurro - 30 dB
Respiración normal - 10 dB
Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (2019)
Preguntas frecuentes sobre niveles de ruido seguros
Normalmente, se considera que el nivel de ruido seguro es inferior a 85 decibelios (dB) durante periodos prolongados.
La exposición prolongada a ruidos fuertes puede provocar pérdida de audición permanente, tinnitus y otros problemas relacionados con la audición.
Puedes medir el nivel de decibelios del ruido con un decibelímetro, que puedes comprar en muchas tiendas de electrónica. También hay varias apps que miden el nivel de ruido.
Para protegerte de los ruidos fuertes, puedes utilizar tapones para los oídos o auriculares con supresión de ruido, bajar el volumen de los dispositivos personales y limitar el tiempo que pasas en entornos ruidosos.
Los síntomas de las lesiones auditivas provocadas por ruidos fuertes pueden incluir pitidos en los oídos, dificultad para comprender el habla y una disminución de la capacidad auditiva general.
Una vez dañada la audición por un ruido fuerte, el daño suele ser permanente y no puede revertirse. La mejor forma de proteger la audición es prevenir los daños evitando los ruidos excesivamente fuertes y utilizando equipos de protección cuando sea necesario.