Pérdida auditiva inducida por ruido: sonidos que dañan su audición
La audición es una parte importante de la vida cotidiana, pero la mayoría de las personas no se dan cuenta cuando están dañando sus oídos.
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Las causas de la pérdida de audición incluyen infecciones, envejecimiento y lesiones cerebrales, pero una de las causas más comunes es la exposición a ruidos de impacto, como los petardos. La pérdida de audición inducida por ruido (NIHL, por sus siglas en inglés) puede desarrollarse después de una exposición extrema al ruido o después de escuchar sonidos muy fuertes durante un tiempo. Todos tenemos pequeñas células ciliadas en el oído interno (cóclea) que vibran y envían una señal eléctrica al nervio auditivo, lo que le permite escuchar. Diferentes grupos de células ciliadas interpretan diferentes frecuencias de sonido. Con el tiempo, si una cantidad suficiente de estas células ciliadas se dañan o se rompen, se produce pérdida de audición.
Sonidos que dañan su oído
Un oído normal y sano es capaz de oír frecuencias que van desde los 20 a los 20.000 Hz. Sin embargo, algunos sonidos pueden provocar una pérdida auditiva inducida por el ruido a largo plazo o permanente, ya sea de forma instantánea o tras una escucha prolongada. El sonido se mide en decibeles (representados como “dB”). Una conversación normal se produce a unos 60 dB, que no es lo suficientemente fuerte como para causar daños. Un concierto de rock típico tiene un promedio de unos 120 dB, lo que significa que puede producirse daño auditivo después de los primeros 15 minutos. En pocas palabras, cuanto más bajo sea el volumen, más tiempo podrá escuchar sin sufrir daños; cuanto más alto sea el volumen, menos tiempo tardará en producirse el daño auditivo. A continuación, se muestran rangos de sonidos que probablemente no sabía que podían afectar a su audición:
85 – 100 dB
(Tarda entre 6 y 8 horas antes de causar daños)
- Tráfico intenso
- Aire acondicionado de ventana (cerca de ti)
- Bar ruidoso
- Secador de pelo
- Motocicleta
- Juguete para apretar (cerca de la oreja)
- Vagón de metro (pasando)
- Reproductor de música al máximo volumen
110 – 180 dB
(Tarda entre uno y 30 minutos antes de causar daño dependiendo del nivel)
- Concierto de rock (ubicado cerca de los parlantes)
- Truenos
- Sirena de vehículos de emergencia
- Explosión de globos (cerca del oído)
- Multitud ruidosa en el estadio
- Petardo
- Bolsa de aire de seguridad
- Despegue de un avión a reacción
Cómo evitar el daño auditivo
La forma más sencilla de evitar la pérdida de audición inducida por el ruido es prestar atención al volumen del sonido dondequiera que vaya. Escuchar niveles inferiores a 85 dB puede ayudarle a preservar su audición.
Si un sonido es demasiado fuerte, no permanezca cerca de él el tiempo suficiente como para que le provoque daños. En caso de duda, siempre puede utilizar protección auditiva.
Para mantener su audición saludable, es aconsejable programar una cita con un profesional de la audición de su zona: nuestro localizador de tiendas Signia puede ayudarle a encontrar la más cercana a usted.