La prueba puede constar de varias partes
Hay varias partes posibles en una prueba de audición que pueden utilizarse dependiendo de sus síntomas específicos: las dos más comunes son la prueba de tonos puros y la prueba del habla.
La prueba de tonos puros:
Se le entregará un par de auriculares y se le indicará que escuche y responda a los tonos más suaves que pueda oír en diferentes tonos.
La prueba del habla:
Se le pedirá que repita palabras u oraciones para evaluar la claridad con la que puede escuchar el habla. La dificultad para distinguir entre sonidos consonánticos como “s” o “f” es una señal de que tiene pérdida auditiva.